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  • Foto del escritorEva Cerezo

La piel en Invierno.

Actualizado: 22 oct 2020

Para evitar las sensaciones de tirantez, las irritaciones y la sequedad, debemos tener un cuidado especial durante todo el invierno.

Durante el invierno, la piel sufre un mayor maltrato más que durante los meses de verano. El frío, los cambios de temperatura y de humedad, puede causar una deshidratación profunda de los tejidos, provocando un desequilibro de la piel.

La piel, refleja nuestra imagen exterior, pero no debemos olvidar que tiene una función de hidratación de los órganos internos, por ello hay que protegerla con cuidado, no sólo para mantenernos bellos sino también por salud.

La piel que sensible y más seca al frío, el viento, la calefacción, sufre en ambientes que contienen baja humedad, ya que los sistemas de calefacción quitan la humedad natural de la piel. Cuanto menos humedad hay, más rápido se evapora el agua de la piel. Estar expuesta a estos factores agresivos ocasiona daños a largo plazo.

¿Qué medidas debemos tomar durante los meses de invierno?

Una piel bonita, lisa, suave y luminosa, es una piel bien hidratada. La piel de los bebes es la referencia en materia de suavidad por excelencia, contiene un 80% de agua.

Sin embargo, en invierno la piel tiene tendencia a secarse. Esta tirante, enrojecida, y puede aparecer una cierta rugosidad. Son los síntomas de la deshidratación.

Hay que evitar la pérdida de agua creando una barrera protectora que impida que se pierdan las moléculas de agua.

Para prevenir el envejecimiento cutáneo, conviene cuidarla a diario.

No olvidar nunca: una buena higiene facial, regla más importante a tener en cuenta.

Limpia y desmaquilla el rostro dos veces al día, mañana y noche, es primordial. Aunque llueva, haya viento o sol, la piel tiene que estar purificada y tonificada antes de ser hidratada.

Hay que evitar la pérdida de agua creando una barrera protectora que impida que se pierdan las moléculas de agua.

- Elige cremas de tratamiento con texturas ricas en aceites vegetales, preferentemente en invierno, ya que nutren la piel. Las pieles que presentan signos de envejecimiento necesitan adaptarse a esos problemas, con productos específicos anti edad, como serums de tratamiento con principios activos adecuados.

- Aplica mascarillas hidratantes, nutritivas, regenerantes, una ó dos veces por semana, según el estado de la piel. Los activos beneficiosos reparan la piel y la preparan para afrontar las agresiones externas.

- No olvidar la utilización de un filtro solar. Los rayos del sol, que parecen más suaves en invierno que en verano, siguen siendo agresivos.

- Tomar mucha agua. El cuerpo necesita agua, porque si no tiene la necesaria, la tomará de la piel.

- Acude a tu salón de belleza al menos una vez al mes, para practicar una higiene facial con el tratamiento adecuado que le corresponda. Deja que la profesional, te recomiende sobre qué tratamiento es el adecuado para tu problema, así como el cuidado personalizado para casa.

- Proteger el cuerpo entero: tanto los labios y las manos como las rodillas y los codos se deshidratan durante los días fríos. Se recomienda el uso de fórmulas adecuadas para todas las zonas de la dermis que pueden ser afectadas.

- No olvides proteger la zona de los labios, una zona muy frágil, con bálsamos o sticks reparadores. En caso de grietas, aplica una capa espesa, como una mascarilla, varias veces al día.

- Protege también las manos. Utiliza una crema, un fluido o un bálsamo y masajea bien desde las muñecas hasta las puntas de los dedos. A menudo contienen manteca de karité, aceites vegetales, aportan una película protectora. Si tienes las manos agrietadas, aplica una capa espesa y deja actuar durante toda la noche.

Cuida tu piel. Un cuidado diario y constante te recompensará con una piel equilibrada y sin problemas previniendo además el envejecimiento prematuro.




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